Naciones Unidas ha expresado alarma por el reciente ataque con un presunto dron ruso al sarcófago de protección del reactor de la central nuclear de Chernóbil, señalando un creciente riesgo de un accidente nuclear descontrolado. Ucrania ha acusado a Rusia de utilizar el incidente como «chantaje nuclear», mientras que Rusia ha rechazado la acusación, atribuyéndola a un supuesto ataque de falsa bandera por parte de Ucrania. Aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informa que no hay indicios de aumento de radiación ni víctimas, y que la contención del reactor no se ha visto alterada, su director general, Rafael Grossi, ha destacado la persistente amenaza a la seguridad nuclear dada la intensificación de la actividad militar alrededor de instalaciones atómicas en Ucrania, incluyendo la central de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas y sujeta a repetidos cortes de suministro.
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