La eventual elección de Donald Trump o Kamala Harris en Estados Unidos genera inquietud en Europa, donde líderes como Donald Tusk destacan la necesidad de una Europa más autónoma en la geopolítica. Polonia se vislumbra preparada para un posible retorno de Trump, con su sólido gasto en defensa y estrechas relaciones con EE.UU., independientemente de quién gobierne. Mientras Giorgia Meloni en Italia equilibra su apoyo a Biden con potenciales alianzas con Trump, el nacionalpopulista PiS en Polonia ya manifiesta simpatías claras hacia el republicano. A pesar de sus diferencias ideológicas, todos los gobiernos europeos valoran la alianza estratégica con EE.UU., que se ha mantenido constante desde la caída del comunismo, y se preparan para adaptarse al resultado electoral estadounidense en busca de estabilidad frente a Rusia y otros retos.
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