Sébastien Lecornu ha dimitido como primer ministro de Francia tras solo 27 días en el cargo, convirtiéndose en el más breve de la V República. Su renuncia se produce en medio de tensiones políticas y descontento dentro del partido conservador Los Republicanos, cuyo líder, Bruno Retailleau, criticó que el nuevo gobierno no reflejaba el cambio prometido. La situación generó críticas de la oposición, con Jean-Luc Mélenchon llamando al episodio un «circo» y sugiriendo la salida de Macron, mientras que Jordan Bardella, de Reagrupación Nacional, pidió nuevas elecciones. La Asamblea Nacional está dividida en tres bloques ideológicos, dificultando que Macron implemente sus políticas, con partidos como los socialistas condicionando su apoyo a cambios significativos.
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