El Ayuntamiento de la ciudad ha aprobado una nueva normativa que impactará directamente a los propietarios de terrazas que buscan cerrarlas con cristaleras. De acuerdo con la ley, aquellos que lleven a cabo estos cerramientos sin el permiso de la comunidad de propietarios estarán obligados a cubrir los costos de desmontaje de las estructuras.
Esta medida surge como respuesta a un notable aumento de quejas de vecinos que se oponen a cerramientos no autorizados, argumentando que alteran la estética de los edificios y afectan la convivencia entre residentes. Según la normativa, únicamente se podrán realizar cerramientos con la autorización expresa de la comunidad, que debe seguir un procedimiento formal de aprobación.
Aquellos que infrinjan esta norma no solo enfrentarán sanciones económicas, sino que también deberán asumir el costo del desmantelamiento de las instalaciones, que podría ser considerable. Desde el Ayuntamiento se sostiene que la medida es esencial para mantener el orden y el respeto a las normas de convivencia en las edificaciones.
Diversas comunidades de propietarios han manifestado su apoyo a la medida, alegando que numerosos conflictos han surgido por cerramientos no aprobados. Representantes de una asociación de vecinos subrayaron la importancia de proteger el derecho a la convivencia y la estética del edificio.
Sin embargo, algunos propietarios expresan su descontento con la regulación, indicando que los cerramientos ofrecen comodidad y están alineados con las tendencias actuales de diseño urbano. No obstante, el Ayuntamiento aclara que existen maneras legales de formalizar estos espacios a través de los cauces establecidos.
La nueva normativa será implementada en las próximas semanas, con el objetivo de cambiar la forma en que los propietarios abordan el cerramiento de sus terrazas, promoviendo una mayor colaboración entre vecinos y el respeto a las normas comunitarias.