La Policía Local de Palma detuvo a la propietaria de una vivienda en Puntiró tras cambiar la cerradura a una familia arrendataria compuesta por ocho miembros, impidiéndoles el acceso a su hogar. La detención se produjo luego de que la familia presentara justificantes de pago y denunciara incidentes previos similares, como cortes de suministros en mayo. La dueña afirmó que la familia vivía allí sin pago y pensó que se habían ido voluntariamente. Sin embargo, la policía descubrió pertenencias de la familia cerca del lugar, lo cual contradijo la versión de la propietaria, que fue arrestada por presunto allanamiento de morada, coacciones y daños.
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