La fábrica de cerámica de Sargadelos en Cervo (Lugo) enfrenta una crisis laboral tras el cierre temporal decretado por su propietario, Segismundo García, en respuesta a una inspección de Trabajo que exigía mejoras en las condiciones de seguridad laboral. La planta, que emplea a 242 personas, fue clausurada después de que se identificara un caso de silicosis y se multara a la empresa con 5.000 euros por no cumplir con medidas de protección adecuadas. García, quien critica duramente la decisión de la inspección y niega la necesidad de implementar las medidas sugeridas, ha cerrado la planta, alegando deficiencias estructurales adicionales y falta de seguridad en las instalaciones. Esta situación ha provocado el rechazo de los sindicatos, que acusan al empresario de intimidación. Mientras tanto, el ministerio de Trabajo ha solicitado una reunión urgente con la dirección de la empresa, subrayando la importancia económica y cultural del grupo Sargadelos en Galicia.
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