La tauromaquia en España enfrenta un momento crucial mientras el Congreso se prepara para debatir una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que busca derogar su protección como patrimonio cultural. Con 664,777 firmas válidas, superando ampliamente el mínimo requerido, la propuesta será discutida en un plazo de seis meses, obligando a los partidos políticos a posicionarse claramente. El PSOE, principal partido de gobierno, se encuentra en una encrucijada debido a su falta de consenso interno, mientras que otras formaciones políticas ya han definido sus posturas: Sumar, Esquerra Republicana y Unidas Podemos apoyan la iniciativa, mientras que el Partido Popular y Vox la rechazan. La iniciativa, impulsada por el grupo No Es Mi Cultura, argumenta que la actual legislación limita la capacidad de las comunidades autónomas y ayuntamientos para prohibir corridas de toros, llamando a una cultura que rechace la violencia contra los animales. Este movimiento se considera una de las ILP con mayor respaldo social de la última década.
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