La compleja situación política en el seno de la Comisión Europea, liderada por Ursula Von der Leyen, se intensifica al suspenderse indefinidamente la evaluación de los candidatos a vicepresidentes, incluyendo a la española Teresa Ribera. Los enfrentamientos entre socialdemócratas y populares obstaculizan la formación del colegio de comisarios, mientras ambos bloques requieren apoyos cruzados para avanzar. Los populares condicionan su respaldo a Ribera a su comparecencia en el Congreso y un eventual compromiso a dimitir, lo que eleva la tensión con los socialistas que se niegan a negociar con la ultraderecha. La falta de consenso podría comprometer la votación programada para el 27 de noviembre, en un contexto donde la postura del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, añade una capa adicional de complicación.
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