En el barrio de La Paz, el sonido de cacerolas y pitos resuena mientras vecinos protestan por la nueva construcción de un cantón de limpieza, cuya instalación fue precedida por el vallado del terreno a la intersección de las calles Sangenjo y Fermín Caballero, cerca del hospital Ramón y Cajal. Pese a la comunicación del Ayuntamiento, que anticipó el desalojo de vehículos antes del inicio de las obras, los residentes han presentado un recurso administrativo alegando la falta de un estudio de impacto medioambiental y rechazan las medidas tomadas sin alternativas viables de aparcamiento en un área donde las viviendas carecen de garajes. Asimismo, los vecinos temen futuros cambios en el uso del cantón, que podrían perjudicar más al vecindario. En los años noventa ya se opusieron con éxito a la construcción de una gasolinera en el mismo espacio.
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