Ángel L. González, quien dejó un empleo mejor remunerado para dedicarse a la enseñanza, ha sido reconocido internacionalmente al convertirse en uno de los 50 finalistas del prestigioso Global Teacher Prize, el cual otorga al ganador un premio de un millón de dólares. Su dedicación a la docencia y su compromiso con la educación han sido factores clave para recibir esta distinción, resaltando la importancia de la vocación en la formación de futuros ciudadanos. González, que ahora representa a España en este certamen, es un ejemplo de cómo la pasión por enseñar puede tener un impacto significativo en la comunidad educativa global.
Leer noticia completa en El Mundo.