Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha propuesto la instauración de un gobierno interino en Ucrania, respaldado por la ONU, con el objetivo de facilitar elecciones que lleven al poder a un ejecutivo que, según su criterio, pueda entablar negociaciones de paz. Este movimiento es parte de su estrategia para desestabilizar el gobierno democrático liderado por Volodimir Zelenski, cuyo mandato legítimo se ha extendido debido a la guerra iniciada por Rusia, impidiendo la realización de elecciones. A pesar de los esfuerzos del Kremlin, Zelenski ha reforzado su posición tanto nacional como internacionalmente, contando con el apoyo de líderes europeos, quienes rechazan la injerencia rusa y defienden la soberanía de Ucrania. La propuesta de Putin busca consolidar su influencia sobre Ucrania, similar a lo que ocurre en Bielorrusia, pero se enfrenta a la resistencia ucraniana y europea que aboga por una paz justa sin presiones externas. Mientras tanto, el líder ruso, cuyo historial cuestiona su compromiso con la democracia, sigue siendo una figura central en la prolongación del conflicto.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
