Rafael Torres, un respetado torero sevillano, sobresale por su trayectoria en el mundo taurino, a pesar de no alcanzar la figura máxima del toreo. A sus 77 años, su semblante refleja la vitalidad de un debutante. Su carrera comenzó en Sevilla, inspirado por un maestro tapicero, y se consolidó al debutar con éxito en La Maestranza. Durante 12 años como matador y 20 como banderillero, toreó con las principales figuras, destacando su máxima actuación en la plaza de Sevilla con 140 tardes. Aunque se retiró en 2002, su legado perdura. El Ayuntamiento de Sevilla le rindió homenaje rotulando una glorieta con su nombre, y recientemente, ha sido nombrado asesor artístico por la Junta de Andalucía. Torres reconoce con honestidad su carrera, lamentando no alcanzar la gloria debido a fallos cruciales, pero agradecido por el respeto y reconocimiento obtenidos. Hoy, disfruta de una vida tranquila, recordando sus días de gloria y manteniendo viva su pasión por el toreo.
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