En el funeral del papa Francisco, celebrado en la plaza de San Pedro del Vaticano, destacó la controvertida presencia del presidente estadounidense Donald Trump. Aunque el protocolo dictaba que debía ocupar la segunda fila, un cambio de última hora lo colocó en primera fila junto a líderes como el presidente francés Emmanuel Macron y los reyes Felipe VI y Letizia. Este cambio, motivado por razones de seguridad, permitió a Trump y a su delegación, junto con la de Ucrania, salir rápidamente tras la ceremonia. La rápida salida facilitó que Trump regresara a Estados Unidos en el Air Force One poco después de que concluyera el evento religioso.
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