El pueblo argentino se encuentra en duelo tras la muerte del papa Francisco, cuyo legado ha dejado al país dividido. El gobierno de Argentina decretó siete días de luto y el presidente Javier Milei suspendió su agenda para viajar a Roma. En Buenos Aires, se rindieron numerosos homenajes al pontífice, quien era conocido como un defensor de los pobres y un reformador. Sin embargo, su figura sigue siendo objeto de opiniones encontradas, en parte debido a supuestos vínculos con el peronismo. El arzobispo de Buenos Aires instó a la unión nacional, mientras que la figura del papa sigue siendo recordada tanto por su bondad como por las tensiones políticas que generó su figura dentro de Argentina.
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