Esmail Qaani, comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, apareció en público en Teherán tras días de rumores sobre su paradero, entre especulaciones de que estaba bajo arresto domiciliario y siendo investigado por filtraciones a Israel que posibilitaron recientes ataques contra líderes de Hizbulá, incluido Hasan Nasralá. La reaparición de Qaani en una ceremonia en el aeropuerto de Mehrabad para recibir los restos de otro general iraní coincide con tensiones crecientes, a medida que se espera una respuesta de Israel a las acciones militares iraníes. Pese a los rumores, el liderazgo iraní indicó que Qaani goza de buena salud y continúa con sus funciones; incluso estaría por recibir una medalla de honor concedida por el líder supremo Ali Jamenei.
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