La inestabilidad política en Francia ha provocado un aumento histórico en la prima de riesgo de su deuda, superando incluso a Italia. La caída del gobierno de François Bayrou y la dificultad para encontrar un nuevo primer ministro capaz de obtener suficientes apoyos agravan la situación. Desde las elecciones europeas de 2024, el diferencial con Alemania ha aumentado significativamente, reflejando el temor de los mercados a la ingobernabilidad y el desajuste fiscal. Mientras el presidente Emmanuel Macron busca estabilizar la situación sin disolver el Parlamento, el riesgo de nuevas elecciones y la posible ira pública aumentan, especialmente ante las protestas inminentes y el creciente déficit público que podría confrontar a Francia con Bruselas.
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