Una mujer descubrió diez gallos en una situación precaria, encontrando dos de ellos muertos. Posteriormente, un grupo de hombres identificados como miembros de la etnia gitana reclamó la propiedad de las aves. El hallazgo ha suscitado preocupaciones sobre el bienestar animal y las circunstancias rodeando el cuidado de estos gallos. Las autoridades locales están investigando el incidente para determinar las responsabilidades y asegurar el tratamiento adecuado de los animales.
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