En el pintoresco entorno de Badajoz, el estudio DmasC Arquitectos ha creado una vivienda unifamiliar que conjuga funcionalidad y estética sin caer en el narcisismo. Liderado por el arquitecto Javier de la Cruz, el proyecto demuestra cómo la arquitectura puede ser poderosa y al mismo tiempo respetuosa con el paisaje.
El diseño de la vivienda fluye sobre una parcela irregular, respetando la vegetación local, incluidas las encinas centenarias que permanecen intactas. Con un perfil horizontal y un acceso amigable, el proyecto minimiza su impacto visual, logrando una integración armónica con el entorno.
El espacio está organizado en tres volúmenes: áreas de día, dormitorio principal con baño y dormitorios secundarios. Un cuarto módulo actúa como distribuidor, modulando la privacidad y el uso de los espacios según las necesidades de sus ocupantes.
Materiales como el mortero blanco, carpinterías y barandillas negras ofrecen un contraste moderno, mientras que un pavimento continuo unifica el interior con el exterior, extendiéndose hacia un paisaje que se complementa con piedra natural y una piscina que se mimetiza con el entorno gracias a sus tonos verdes.
El enfoque sostenible es fundamental, con paneles solares fotovoltaicos y un diseño que promueve la eficiencia energética, garantizando un consumo casi nulo y un confort térmico óptimo durante todo el año. La sostenibilidad se presenta de forma sutil y elegante, sin interrumpir la estética del diseño.
DmasC Arquitectos destaca por su innovación y busca mejorar la calidad de vida mediante un proceso colaborativo. Su habilidad para transformar espacios refleja un enfoque creativo que respeta y enriquece el entorno, ganando reconocimiento por su capacidad de crear soluciones personalizadas que resuenan con sus clientes y el contexto natural circundante.
