El consumo de tabaco en Andalucía ha experimentado un notable descenso en los últimos años, conforme al reciente informe del Balance del año 2023 del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA). Actualmente, el 20,9% de la población andaluza mayor de 16 años fuma habitualmente, mostrando un decrecimiento del 10% respecto a 2016, cuando el 30,3% de los residentes fumaba. Desglosando los datos, el 18,9% fuma diariamente, mientras que un 2% lo hace de manera ocasional. Estos números sitúan a Andalucía por debajo de la media nacional, según la encuesta EDADES del Plan Nacional de Drogas.
Una reducción notable se observa también en la brecha de género. El consumo diario de tabaco entre hombres andaluces de 15 a 64 años es del 24,1%, y del 17,8% entre mujeres, superando el promedio nacional del 28,9% y 22,6% respectivamente. Esto se debe a una disminución del 40% en el consumo masculino desde 2007, frente a un 27,4% en el femenino.
Sin embargo, el uso de tabaco no convencional está en auge. Un 10% de los andaluces ha consumido productos como vapeadores o cachimbas, con un 6% que continúa haciéndolo. Nacionalmente, el uso de cigarrillos electrónicos ha crecido del 12% al 19%, siendo la curiosidad el principal motivo para probarlos. Este aumento es más marcado entre jóvenes y adolescentes, con un 44,3% que ha experimentado con estos dispositivos y un alarmante 77,1% que ha usado cachimbas.
Aun así, la mayoría de los escolares entre 11 y 18 años nunca ha fumado, con solo el 3,7% de chicos y el 3% de chicas consumiendo tabaco en el último mes. No obstante, el contacto con el tabaco aumenta con la edad, alcanzando un 43,45% entre jóvenes de 17-18 años.
El tabaquismo sigue siendo la principal causa prevenible de morbimortalidad en Andalucía, ocasionando más de 8.000 muertes anuales y siendo responsable de enfermedades graves como el cáncer y enfermedades cardiovasculares. El tabaquismo pasivo también agrava el problema, afectando a niños y personas cercanas a fumadores.
Este panorama representa un desafío crítico para la salud pública. A pesar de los avances, el consumo de tabaco persiste, ahora con nuevas formas como cigarrillos electrónicos y bolsitas de nicotina. En respuesta, el PITA ha implementado medidas para reducir el tabaquismo y proteger la salud, como incluir todos los centros sanitarios en espacios libres de humo y promover campañas basadas en evidencia científica.
Además, se están desarrollando programas de intervención para adolescentes y grupos vulnerables, junto a estudios para comprender el impacto de los nuevos dispositivos. La Dirección General de Salud Pública trabaja en una normativa para proteger a la población, especialmente a los menores, de estas nuevas formas de consumo y ampliará los espacios libres de humo.
Fuente: Junta de Andalucía.