La economía de los hogares españoles exhibe signos notables de recuperación, según el último Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum. Un dato alentador es que solo el 10% de los españoles admite haber tenido retrasos en el pago de facturas durante el último año, una notable reducción en comparación con el 22% registrado en la edición anterior del estudio. En Europa, la media de incumplimiento es del 25%, lo que posiciona a España como uno de los países con menor porcentaje de morosidad, solo algo por detrás de Portugal (13%) y Francia (17%).
Este cambio positivo surge en un contexto donde los primeros meses del año, tradicionalmente difíciles debido a los ajustes financieros post-navidad, muestran ahora indicios de mejora. Elementos como el aumento de la renta disponible y un mercado laboral sólido han facilitado que las familias españolas puedan cumplir con sus obligaciones financieras con mayor eficacia, reflejándose en su capacidad para pagar las facturas puntualmente.
El informe también muestra que solo el 20% de los encuestados en España ha tenido que recurrir a préstamos para cumplir con sus obligaciones financieras en los últimos seis meses, una ligera mejora respecto al 22% anterior y bastante por debajo del promedio europeo del 37%. Este dato indica una menor dependencia del endeudamiento para satisfacer necesidades básicas, lo que está en consonancia con la mejora general de la economía doméstica.
Además, un significativo 79% de los españoles asegura que podría afrontar un gasto inesperado de 200 euros sin necesidad de endeudarse, situando a España a la cabeza de Europa en esta capacidad. La media europea se encuentra en el 61%, destacando a Italia, Irlanda y Alemania como otras naciones con una notable habilidad para gestionar imprevistos económicos.
La evolución positiva en los hábitos de pago y la gestión financiera de las familias españolas es innegable. No obstante, los expertos advierten de la necesidad de seguir tomando decisiones financieras cuidadosas e informadas para mantener este progreso. En particular, se subraya la importancia de la planificación económica en los primeros meses del año, cuando los gastos acumulados y los incrementos en tarifas y tasas podrían tensar los presupuestos familiares.