Un estudio conjunto de Climate Central y World Weather Attribution revela que si se cumplen los objetivos del Acuerdo de París, el planeta podría evitar 57 días anuales de calor extremo al limitar el calentamiento a 2,6 °C. Sin embargo, incluso este nivel seguiría exponiendo al mundo a riesgos significativos para la salud y aumentando la desigualdad global. Los científicos piden políticas más estrictas para reducir el uso de combustibles fósiles y mantener el calentamiento por debajo de 2 °C. A nivel mundial, el cambio varía por región; por ejemplo, Kenia podría evitar 82 días de calor extremo al año, mientras que España reduciría 27. Expertos destacan la necesidad urgente de adaptar sistemas de alerta y aumentar la resiliencia, especialmente en regiones vulnerables, para mitigar los impactos del calor extremo.
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