Este martes entra en vigor en España el nuevo Reglamento de Extranjería, aprobado en noviembre de 2024. La normativa busca modernizar los procedimientos de residencia y regularización, flexibilizando el acceso a permisos y mejorando la reagrupación familiar. Sin embargo, endurece ciertos requisitos y deja fuera a colectivos vulnerables, lo que ha generado críticas y recursos ante el Tribunal Supremo. Destaca la reducción del tiempo de espera para permisos de arraigo a dos años y la introducción de un permiso unificado para familiares de españoles. Pese a sus avances, expertos advierten del riesgo de cuellos de botella si no se asignan los recursos adecuados para su aplicación efectiva.
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