Una parte de la colección de joyas del Museo del Louvre fue trasladada al Banco de Francia con alta seguridad tras el robo de ocho piezas en la Galería de Apolo, ocurrido en menos de ocho minutos. Las joyas se encuentran ahora en una bóveda subterránea a 26 metros de profundidad, junto al 90% de las reservas de oro de Francia. La fiscal de París, Laure Beccuau, informó que los investigadores analizan más de 150 muestras de ADN y otras evidencias para identificar a los ladrones. Las autoridades esperan recuperar las joyas, valoradas en 88 millones de euros, antes de que sean modificadas, y confían en que la cobertura mediática limite las acciones de los responsables.
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