En el centro de la ciudad, la renovación completa de un antiguo edificio ha captado la atención local luego de que sus dueños decidieran derribar un tabique que por años dividió en dos la planta principal. Este cambio radical busca transformar el inmueble para adecuarse a las necesidades contemporáneas, abriendo posibilidades para usos familiares y sociales.
Los trabajos de demolición empezaron la semana pasada y ya se aprecian los cambios en el interior. La eliminación del tabique ha dado lugar a un ambiente más amplio y luminoso. Los propietarios explicaron que buscan crear un espacio funcional y acogedor, sin perder la esencia histórica del edificio. A pesar de las reacciones mixtas del vecindario, que añora la distribución original, la propuesta ha sido bien recibida por muchos.
Además, se han planificado mejoras en los sistemas eléctricos y de fontanería, utilizando materiales sostenibles para minimizar el impacto ambiental. Uno de los propietarios destacó su deseo de convertir este espacio en un modelo de modernidad sin perder su esencia histórica.
Con las obras avanzando, se espera que el proyecto concluya en las próximas semanas. El lugar se reinaugurará con un evento abierto al público, que incluirá exposiciones y talleres comunitarios. La remodelación no solo revitaliza la zona, sino que también refleja una tendencia hacia la renovación adaptativa de espacios históricos en la ciudad, creando un equilibrio entre pasado y futuro.
