Este jueves, Íñigo Errejón anunció su dimisión de los cargos en Sumar, poniendo fin a una carrera de una década en la política española. Según el exdiputado, su decisión se debe al impacto negativo que la vida pública ha tenido en su salud emocional, confesando sentirse atrapado entre su figura pública y su persona privada. Sin embargo, tras su anuncio de renuncia, las acusaciones recientes de violencia sexual en su contra han captado la atención del ámbito político.
Las denuncias, que aparentemente eran conocidas por su entorno, han hecho que la periodista Silvia Intxaurrondo cuestione por qué no se realizaron denuncias anteriormente. Intxaurrondo, presentadora de «La Hora de La 1», lanzó un mensaje contundente dirigido a aquellos que sabían de las acusaciones pero no actuaron al respecto. «No hace falta que lo denuncie la víctima; cualquiera que tenga conocimiento puede hacerlo», señaló, criticando la pasividad de quienes afirman que «se sabía».
Aprovechando su intervención, Intxaurrondo también instó a eliminar el uso de lenguaje con connotaciones sexuales en todos los espacios públicos, incluyendo el Congreso. Reprobó el uso de expresiones que descalifican a las mujeres en política, subrayando la necesidad de que medios e instituciones asuman su responsabilidad para erradicar esta forma de violencia de género.
Por su parte, Sumar confirmó que Errejón había admitido haber incurrido en «hechos reprobables» en un escenario de denuncia anónima. Intxaurrondo enfatizó que la responsabilidad ante la violencia machista no debe depender de la filiación política de los involucrados, sino que requiere una respuesta ética y social decidida.
La situación dio un giro cuando la actriz Elisa Mouliaá denunció públicamente haber sido víctima de acoso por parte de Errejón, sumándose a otros testimonios tras un mensaje de Cristiana Fallarás en el que se mencionaba a un «político muy conocido en Madrid». Mouliaá alentó a otras víctimas a compartir sus experiencias.
En su comunicado de renuncia, Errejón mencionó conceptos como «subjetividad tóxica» y el patriarcado, algo que ha sido interpretado por muchos como un intento de presentarse como víctima ante la presión pública. Estas declaraciones han generado debate entre personalidades mediáticas como Iñaki López, quien cuestionó la posible intención de Errejón de buscar protección en un discurso sobre el patriarcado frente a las acusaciones.