En el reciente terremoto que ha causado ya 2.200 muertes, las mujeres y niñas han sido las más afectadas y desatendidas en los esfuerzos de rescate. La falta de recursos y la consideración insuficiente de las necesidades específicas de este grupo vulnerable complican aún más la situación, destacando una brecha crítica en la gestión de desastres. La comunidad internacional y las organizaciones humanitarias enfrentan el desafío de priorizar a estos grupos para garantizar una respuesta equitativa y efectiva en medio de la crisis.
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