El presidente de Ecuador y aspirante a la reelección, Daniel Noboa, ha decretado el estado de excepción en 12 provincias, incluyendo Quito, como medida urgente frente al aumento de la violencia en el país. Durante 60 días regirá un toque de queda desde las 22:00 hasta las 5:00 horas, permitiendo únicamente manifestaciones pacíficas. Ecuador, ahora el país más violento de América Latina, alcanzó tasas alarmantes de homicidios, con proyecciones que podrían convertirlo en el líder mundial del índice. Mientras Noboa enfoca su campaña en una ofensiva militarizada contra las pandillas, Luisa González, su rival izquierdista, enfatiza que la violencia solo se erradicará atacando la pobreza y la desigualdad subyacentes. La seguridad se erige como la preocupación predominante de la ciudadanía ecuatoriana, por encima de la economía y la corrupción.
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