Un investigador ha conseguido descifrar una inscripción de 2.600 años de antigüedad en el monumento Arslan Kaya, en Turquía, que menciona a Materan, una diosa de gran relevancia para los frigios, civilización que habitó la región entre el 1200 a.C. y el 600 a.C. Materan, conocida como «la Madre», fue adorada también por los griegos y romanos bajo los nombres de «Madre de los Dioses» y «Magna Mater», respectivamente. Mark Munn, profesor en la Universidad Estatal de Pensilvania, ha logrado interpretar el mensaje mediante fotografías detalladas en condiciones específicas de luz, revelando información crucial previamente oculta. Aunque las inscripciones ya habían sido estudiadas y debatidas desde el siglo XIX, los avances de Munn consolidan la identificación de Materan, reforzando conclusiones previas y proporcionando una visión más clara de las creencias religiosas frigias. Esta investigación no solo subraya la influencia de Materan, sino que también ilumina la interacción cultural entre civilizaciones antiguas en el Oriente Próximo.
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