La estructura criminal conocida como La Barredora, que operaba bajo el amparo de la administración estatal en Tabasco durante el mandato de los gobernadores Adán Augusto López y Carlos Merino, ha sido desmantelada tras revelaciones de actividades ilícitas que incluían el tráfico de drogas y el robo de combustible. El exjefe de la policía estatal, Hernán Bermúdez Requena, identificado como líder de la organización, es ahora prófugo de la justicia desde febrero, mientras las autoridades intensifican su búsqueda. La situación expone fallas en la gobernanza y la complicidad institucional, lo que ha permitido que organizaciones criminales prosperen en regiones anteriormente pacíficas. El gobierno federal, junto con el gobernador actual, Javier May, ha emprendido acciones contundentes para enfrentar la crisis de seguridad que asola el estado.
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