Científicos han documentado oficialmente un tiburón naranja brillante en la costa caribeña de Costa Rica, un caso sin precedentes en la especie de los tiburones nodriza. Capturado por el pescador Garvin Watson, el ejemplar mostraba un intenso color fosforescente debido a dos condiciones genéticas: xantismo, que altera la pigmentación causando tonos amarillos, y posible albinismo, afectando la pigmentación de piel y ojos. Este inusual hallazgo, revisado por expertos y publicado en Marine Biodiversity, cuestiona la relación entre camuflaje y supervivencia en tiburones, abriendo nuevas vías de investigación sobre factores genéticos y ambientales en animales marinos.
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