La innovación tecnológica continúa revolucionando el ámbito médico, especialmente en el campo de la endoscopia digestiva. La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un aliado crucial para mejorar la detección de pólipos y otras lesiones en el tracto digestivo, estableciendo un antes y un después en la práctica médica diaria. Juan Arenas, jefe del Servicio de Aparato Digestivo de la Policlínica Gipuzkoa, subraya la trascendencia de esta transformación, afirmando que la IA está especialmente contribuyendo en la identificación de pólipos y lesiones polipoideas en el colon, e incluso, en algunos casos, determinando el tipo de pólipos.
La principal ventaja que aporta la IA es su habilidad para superar las limitaciones humanas habituales. Los especialistas, después de realizar múltiples procedimientos, pueden ser víctimas del cansancio o distracciones; no obstante, las máquinas funcionan ininterrumpidamente, enfocando la atención en las áreas sospechosas que requieren evaluaciones meticulosas. Este avance no solo incrementa las probabilidades de detectar pólipos, sino que también facilita intervenciones a tiempo, previniendo así el potencial desarrollo de cáncer.
Arenas destaca que «La IA ayuda sobre todo en la detección y el número de lesiones. Cuantos más pólipos detectemos, mejor, ya que podemos extirparlos y realizar polipectomías o resecciones durante la endoscopia, evitando que esas lesiones se conviertan en malignas en el futuro». También resalta que «la Inteligencia Artificial mejora la detección y ofrece mayor seguridad al finalizar el procedimiento, asegurando que todas las áreas han sido revisadas adecuadamente».
A pesar de estos avances, Arenas enfatiza que la metodología de las endoscopias sigue siendo esencialmente la misma: «Seguimos realizando las endoscopias de la misma manera que hace años, pero ahora contamos con mayor seguridad y tranquilidad. La tecnología ofrece un respaldo especialmente útil para los profesionales más jóvenes, que aún están adquiriendo experiencia».
Con la mirada puesta en el futuro, las expectativas son altas. Arenas anticipa que los avances en los algoritmos mejorarán la calidad de las imágenes, aumentando el contraste, el detalle y la capacidad de zoom, lo que facilitará la navegación por el tubo digestivo. «Esto nos permitirá navegar con mayor facilidad por el tubo digestivo y, en el futuro, identificar con precisión qué pólipos deben ser extirpados y cuáles no, evitando así someter a los pacientes a polipectomías innecesarias», concluye Arenas.
Estos avances reflejan un futuro prometedor en la conjunción de la tecnología y la medicina, donde la inteligencia artificial no solo optimiza las prácticas actuales, sino que también establece un nuevo estándar de precisión y cuidado en la atención médica.