En el diseño de interiores, la cocina ha ganado protagonismo, convirtiéndose en un espacio donde funcionalidad y estética coexisten. Una tendencia emergente es la combinación de texturas, transformando las cocinas en auténticas obras maestras. Destaca la mezcla de ladrillo, cemento, mármol y madera, elementos que aportan carácter y calidez.
El ladrillo expuesto añade un toque industrial, contrastando con otros elementos. Su textura y color aportan durabilidad y un toque rústico que complementa la modernidad del cemento. Este se presenta en encimeras, suelos y paredes, con acabados pulidos que ofrecen una estética contemporánea.
El mármol, por su parte, se utiliza en superficies de trabajo debido a su sofisticación, aunque su cuidado requiere atención. En contraste, la madera introduce calidez, creando un ambiente acogedor ideal para reuniones.
El desafío radica en equilibrar los materiales, considerando apariencia y funcionalidad. Los diseños buscan un diálogo armónico entre la frialdad del cemento y la calidez de la madera, la rusticidad del ladrillo y la elegancia del mármol.
Esta fusión de texturas no solo crea un estilo visual, sino que también fomenta la interacción social. Las cocinas, epicentro de convivencia, se benefician de esta combinación versátil, logrando espacios contemporáneos y atemporales. El futuro del diseño de cocinas explorará estas combinaciones, reflejando un deseo de conexión auténtica en el hogar.
