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Riesgos Invisibles en ETFs Sintéticos y Físicos: Claves Esenciales para Inversores

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Imagen de Axel Buffet

En el ámbito financiero, los inversionistas novatos que incursionan en los fondos cotizados (ETFs, por sus siglas en inglés) enfrentan una decisión crucial: elegir entre ETFs físicos o sintéticos. Esta elección no se reduce a una mera cuestión técnica, sino que afecta directamente al riesgo que el inversor debe asumir.

Los ETFs físicos replican un índice mediante la compra de activos subyacentes, como acciones o bonos, empleando métodos de réplica completa o muestreo optimizado. Por otro lado, los ETFs sintéticos no compran activos subyacentes, sino que utilizan contratos derivados y swaps para asegurar la rentabilidad del índice, mediante un sistema que involucra una cesta alternativa y un acuerdo de swap.

No obstante, los ETFs sintéticos introducen riesgos adicionales que es esencial comprender. Entre ellos, destaca el riesgo de contraparte, presente si la otra parte del contrato no cumple con sus obligaciones; la transparencia limitada, debido a que la estructura de cestas y swaps puede ser menos clara que la de los ETFs físicos; y el riesgo de colateral, vinculado con la calidad y liquidez de las garantías que respaldan el swap. Aunque en Europa existen restricciones regulatorias que limitan la exposición a una única contraparte, estos riesgos no se eliminan por completo.

Es fundamental no considerar a los ETFs sintéticos como equivalentes directos a los físicos, dada la diferencia en los riesgos asociados. Los gestores de fondos tienden a preferir la exposición física siempre que sea posible, con el fin de evitar las complicaciones inherentes a los sintéticos. Sin embargo, en situaciones específicas, como en mercados poco líquidos o índices muy amplios, los sintéticos pueden ofrecer ventajas que compensen sus riesgos.

Para los inversores, la clave radica en tomar decisiones fundamentadas, evaluando factores como el colateral del swap, la diversificación de contrapartes y el historial de error de seguimiento, en lugar de centrarse solamente en menores costes. La elección entre un ETF físico y uno sintético se traduce en un equilibrio entre coste, complejidad y seguridad, elementos esenciales para la conformación de una cartera de inversiones sólida y segura.

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