Durante los últimos meses, la dirección deportiva del Albacete ha focalizado sus esfuerzos en el mercado de fichajes, pero con la ventana de transferencias ya cerrada, la prioridad ahora es distinta: asegurar la renovación de contratos clave. Uno de los nombres más destacados en esta nueva etapa es el mediocampista Riki, cuya continuidad en el equipo se ha vuelto un tema de suma importancia.
Desde su llegada en 2022, Riki se ha consolidado como un pilar fundamental para el Albacete, logrando ser el décimo jugador con más partidos en la historia del club. Sin embargo, a pesar de su relevancia, su futuro con el equipo es incierto, ya que su contrato actual expira al final de la temporada 2025-2026 y aún no se ha llegado a un acuerdo para su extensión.
Durante la ventana de transferencias de verano, Riki fue relacionado con varios clubes, incluido el Deportivo de La Coruña. Aunque circulaban rumores sobre su rechazo a propuestas de renovación, el propio jugador ha desmentido estas afirmaciones, aclarando que su decisión de permanecer en el Albacete no estuvo influenciada por ofertas contractuales, sino por el enfoque del club en traer nuevos refuerzos.
Riki ha manifestado estar feliz y valorado en el equipo, mostrando su disposición a negociar una extensión de contrato. Asegura que está abierto a sentarse con la directiva del club para discutir un posible acuerdo, pero subraya la necesidad de recibir una oferta concreta para empezar las conversaciones.
El contexto en el que se encuentra el Albacete añade presión a esta situación. El equipo enfrenta un inicio de temporada complicado, ocupando puestos bajos en la clasificación con solo un punto de doce posibles. Este rendimiento podría ser determinante en las negociaciones para la renovación de Riki, ya que el club necesita demostrar mejoras en su desempeño para asegurar la continuidad de sus jugadores más valiosos.