El juicio por la quiebra del Banco Popular, que parecía quedar en el olvido tras ocho años de espera, resurge con fuerza gracias al papel del ex presidente Ángel Ron. En un intento por defenderse, Ron ha convocado a una serie de testigos de alto perfil, que incluyen al ex banquero Andrea Orcel, el vicepresidente del BCE Luis de Guindos, y el ex gobernador del Banco de España, Luis María Linde. La Fiscalía solicita seis años de prisión para Ron, quien busca generar confusión en el tribunal al introducir complejas discusiones financieras y así desviar la atención de sus responsabilidades en la caída del banco. Con esta estrategia judicial, Ron espera sembrar dudas suficientes para evitar una condena segura, en un contexto donde el desconocimiento en delitos económicos por parte del tribunal podría jugar a su favor.
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