Los pasajeros del vuelo AT818 de Royal Air Maroc, procedente de Casablanca, aterrizaron en Manchester puntualmente, pero se encontraron con una sorpresa desagradable: una plaga de cucarachas en la bodega del avión impidió que recogieran sus maletas. Los 100 afectados llevan seis días esperando sus pertenencias, que fueron llevadas nuevamente a Casablanca. Aunque el Boeing 737 continuó operando vuelos regulares, las maletas no se embarcaron en el siguiente vuelo a Manchester. La situación ha generado preocupación entre los pasajeros sobre la posibilidad de llevar cucarachas a sus hogares y críticas recurrentes hacia las aerolíneas del norte de África por su calidad de servicio.
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