Manuel Devers, junto a su padre ahora fallecido, Gilles, ha liderado la batalla judicial del Frente Polisario contra la Comisión Europea, logrando que el Tribunal de Justicia de la UE declare nulos los acuerdos pesquero y agrícola con Marruecos, lo que representa una derrota significativa para la relación entre Bruselas y el régimen alauí. Con este fallo, se ha generado un terremoto jurídico en Europa, ya que es la primera vez que un movimiento de liberación nacional consigue un veredicto tan contundente, comparando al Polisario con Mohamed Alí en el ámbito del derecho internacional. Mientras el Polisario pondera sus próximos pasos, Marruecos exige a la UE pruebas de amor para mantener su asociación, y líderes comunitarios, como el español Luis Planas, buscan soluciones para preservar la relación con Rabat. Devers subraya que cualquier nuevo acuerdo debe respetar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, ya que el fallo reconoce al Polisario como representante legítimo, a quien no le preocupa que se busquen nuevas maneras de mantener el statu quo sin el consentimiento saharaui. Si bien el Polisario está abierto a negociar, las primeras reacciones de Bruselas han sido tibias, y la iniciativa de Macron para invertir en el Sáhara es vista con escepticismo, dado que el Tribunal exige que cualquier comercio con la región respete la normativa y los derechos de los consumidores. Devers advierte que el respeto al fallo judicial es esencial y que una falta de diálogo político podría desatar una tormenta legal, recordando a los dirigentes europeos la necesidad de una relación funcional con el Polisario.
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