Pedro Sánchez ha enfrentado un recibimiento hostil en su regreso a Valencia tras su precipitada salida de Paiporta meses atrás. En su llegada a la sede de la Delegación del Gobierno, donde presidió una reunión interministerial sobre la situación tras el reciente DANA, manifestantes lo recibieron con gritos de «¡dimisión!». Este viaje, marcado por un fuerte dispositivo de seguridad y una agenda restringida, busca evitar las críticas que resonaron en noviembre pasado. Sánchez no planea visitar las zonas afectadas ni reunirse con las víctimas, priorizando encuentros en espacios cerrados con representantes políticos y asociaciones. Pese a su ausencia en eventos importantes como el funeral por las víctimas del DANA, tres de sus ministros asistieron en su nombre. La visita institucional a Valencia culminará con su presencia en el 15º Congreso del PSPV el 1 de febrero.
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