En un discurso reciente, el presidente insinuó que Galán, empresario de renombre, podría estar involucrado en prácticas cuestionables al referirse a él como un potencial «buen pagador» de parlamentarios, sugiriendo sin afirmarlo abiertamente, que podría estar financiando a algunos miembros del parlamento. Esta declaración se produce en un contexto político tenso y ha generado diversas reacciones en la esfera pública y parlamentaria.
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