En un movimiento estratégico, Banco Santander ha decidido aumentar significativamente la remuneración a sus accionistas, reflejando una sólida performance financiera en la primera mitad de 2025. La entidad financiera destinará cerca de 3.400 millones de euros, distribuidos equitativamente entre un dividendo en efectivo y un programa de recompra de acciones.
El dividendo en efectivo se ubicará en 11,5 céntimos de euro por acción, representando un incremento del 15% respecto al año anterior. Este aumento es respaldado por un récord en beneficios, que alcanzaron 6.833 millones de euros en el primer semestre del año, marcando un aumento del 13% interanual. Tal bonanza ha resultado en una revalorización de la acción superior al 95% en lo que va del año.
Ana Botín, presidenta de Banco Santander, subrayó que el aumento del dividendo refleja el éxito de la estrategia de la entidad, que busca posicionarse como líder global en servicios financieros. La próxima remuneración, que comenzará el 3 de noviembre, evidencia el compromiso de crear valor para los accionistas.
El banco también ha reafirmado su intención de destinar al menos 10.000 millones de euros a recompras de acciones entre 2025 y 2026. Este esfuerzo complementa la distribución regular de dividendos, mientras la entidad proyecta ingresos de alrededor de 62.000 millones de euros para el año, y un incremento en los ingresos por comisiones en un rango de un dígito medio-alto.
La política de remuneración del banco, que busca distribuir el 50% del beneficio reportado entre dividendos y recompras de acciones, seguirá su curso, siempre sujeta a las aprobaciones necesarias. Con esta estrategia, Banco Santander reafirma su dedicación a la rentabilidad y a la creación de valor sostenible para sus accionistas.