En un artículo publicado en 2002, Santos Juliá advirtió sobre las acciones del gobierno de Ariel Sharon en Palestina, comparándolas con las atrocidades de Auschwitz. Juliá subrayó la destrucción sistemática de ciudades palestinas y la expulsión de sus habitantes como un intento de limpieza étnica. Rememorando las experiencias de Primo Levi, quien también sufrió el odio nazi, expresó que exterminios similares podrían repetirse. Juliá enfatizó la necesidad de intervención internacional, especialmente de Estados Unidos, para detener tales acciones, dado que la Unión Europea carece del poder militar necesario. Recientemente, estas preocupaciones resurgieron con nuevas tensiones en Gaza, lo que llevó al Rey de España a condenar la violencia ante la ONU, evocando el temor de que se repitan tragedias del pasado.
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