Con la llegada inminente de septiembre, tanto jardineros novatos como veteranos se preparan para el cambio de estación, dedicando atención a una práctica esencial: la poda. Este cuidado no solo aporta orden al jardín, sino que promueve un crecimiento saludable y vibrante para el próximo ciclo. Destacamos seis plantas que deben ser podadas antes de que termine el verano para asegurar un futuro florido.
La lavanda encabeza la lista de tareas. Conocida por su agradable fragancia y vibrante color, requiere una poda tras su floración. Cortar sus tallos fomenta el desarrollo de nuevas ramas, garantizando una planta vigorosa el año siguiente.
La hortensia merece también atención. Es fundamental evaluar el tipo específico, pero aquellas hortensias que florecen en verano deberían ser recortadas. Al eliminar las flores marchitas, se estimulan brotes nuevos, asegurando una abundante floración en el futuro.
Las rosas, por su parte, necesitan un trato especial para fomentar una floración continua. La eliminación de flores marchitas y una poda posterior a la floración permite que concentren su energía en nuevos brotes, revitalizando así su belleza.
El geranio, una planta común en muchos jardines, se beneficia de una poda ligera. Al eliminar ramas secas y flores dañadas, se potencia su estética y se estimula un crecimiento más frondoso y saludable.
El jazmín, admirado por su aroma exquisito, debe ser podado estratégicamente en esta época. Así se mantiene su forma y se favorece la producción de nuevas flores, asegurando fragancia para el próximo verano.
Por último, el tomate, un favorito en huertos domésticos, requiere atención especial. Aunque la cosecha se realiza a fines del verano, una poda adecuada de ramas laterales puede maximizar el rendimiento de los frutos, enfocando la energía de la planta en producir tomates más sabrosos.
En resumen, dedicar tiempo a la poda antes del cambio de estación puede transformar un jardín. Estas prácticas no solo embellecen el espacio exterior, sino que preparan el terreno para un florecimiento vibrante el año siguiente. Con cada corte preciso, los jardineros están sembrando las bases para un renacimiento lleno de vida y color.