El reciente asesinato del granjero ucraniano Oleksandr Hordiienko en Jersón destaca la creciente amenaza que enfrentan los agricultores en Ucrania, convirtiéndose en objetivos de los drones rusos. Esta situación ha llevado a muchos de ellos a tomar medidas extremas, recurriendo a escopetas para su defensa en medio de un contexto de inseguridad creciente en el campo.
Leer noticia completa en El Mundo.