Claudia Sheinbaum ha cumplido un año como presidenta de México, enfrentando diversos desafíos en seguridad y relaciones internacionales. Su anterior éxito en reducir la criminalidad en la Ciudad de México, mediante estrategias de inteligencia y coordinación entre seguridad y fiscalía, fue clave para su elección. Enfrentó una crisis de violencia en Culiacán tras la escisión del Cártel de Sinaloa y tensionó su relación con Estados Unidos tras la reelección de Donald Trump, quien exigió acciones contra el narcotráfico y migración irregular. Sheinbaum resistió presiones arancelarias y mostró colaboración al enviar tropas a la frontera y extraditar capos. Con la ayuda de su gabinete y de Omar García Harfuch, formuló una Estrategia Nacional de Seguridad para contener la violencia y fortalecer la cooperación con Estados Unidos, aunque desafíos internos como la extorsión y desapariciones persisten.
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