Bjørn Arild Gram, ministro noruego de Defensa desde la reciente invasión rusa a Ucrania, enfrenta una compleja relación con Moscú mientras su país, miembro de la OTAN pero no de la UE, mantiene limitada la comunicación con Rusia. Gram, en diálogo desde Varsovia, enfatiza que, aunque Rusia ha realineado sus fuerzas en Ucrania y se destaca su capacidad para reconstruir su industria bélica, Noruega vigila atentamente sus movimientos submarinos y actividades de guerra híbrida. A pesar de las pérdidas rusas significativas y avances limitados en Ucrania, el final del conflicto parece lejano. Gram subraya la necesidad de seguir apoyando a Ucrania, que está mejor entrenada pero enfrenta un adversario con más tropas y armamento. El ministro también destaca que el apoyo de Estados Unidos es crucial, aunque evitan comentarios sobre sus directrices en el uso de armamento. La situación interna en Rusia, junto a su cooperación con China, plantea incógnitas sobre el futuro de la región. Mientras tanto, Gram reitera que el lugar de Ucrania está en la OTAN, aunque el camino es incierto.
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