Una vez más, es imperativo denunciar las serias deficiencias del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la gestión de procedimientos administrativos de vital importancia tanto para los profesionales de la salud como para el sistema sanitario en su conjunto.
En este momento, mientras se ha abierto el periodo para solicitar el acceso al título de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias por parte del Ministerio, el SAS aún no ha emitido los certificados necesarios que validen la experiencia de los profesionales interesados. Este fallo afecta a los facultativos que trabajan en los Servicios de Urgencias Hospitalarios, en el 061, y en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria. Estos profesionales se encuentran en una situación de incertidumbre, ya que no tienen garantizada la correcta certificación de su actividad laboral.
Particularmente en la Atención Primaria, se ha constatado que las Unidades Móviles estaban mal codificadas, un error que el SAS ha tardado excesivamente en corregir. La incertidumbre persiste sobre si esta corrección se ha llevado a cabo de manera completa y adecuada.
Asimismo, la emisión de instrucciones sobre el procedimiento para solicitar el nuevo título ha sido desalentadoramente lenta. Mientras que otras comunidades autónomas ya han definido los requisitos, el SAS no había establecido hasta hace poco a qué profesionales debería certificar. Esta situación ha estado marcada por la improvisación, resultado de la confusión organizativa que predomina en las urgencias extrahospitalarias del SAS, lo que ha dificultado la toma de decisiones desde el principio.
En el ámbito de las Urgencias de Atención Primaria, la responsabilidad de aplicar los criterios de certificación ha recaído en cada centro, lo que podría generar desigualdades entre los compañeros. Además, existe una ausencia de claridad por parte del SAS respecto a los profesionales que realizan actividades «mixtas», es decir, en unidades móviles y puntos de atención fija. No sabremos cuál es la postura del SAS hasta que comiencen a emitir los primeros certificados, y la demora en este proceso complica aún más la corrección de posibles errores.
También se carece de confirmación sobre si todos los centros que reciben las solicitudes certificarán la experiencia completa de un profesional en todos los lugares donde han trabajado. Como si fuera poco, muchos profesionales todavía no aparecen en el Registro de Profesionales Sanitarios (REPS), lo que agrava la situación.
Es lamentable tener que reiterar nuevamente las falencias del SAS en la gestión de procedimientos administrativos que son cruciales tanto para los profesionales como para el sistema de salud en general. Los problemas arrastrados por la Bolsa única, que ha estado en un estado de inoperancia durante años, son un claro reflejo de las complicaciones estructurales que enfrenta el sistema.
Por todo lo anterior, exigimos al SAS que destine los recursos necesarios para agilizar la emisión de los certificados mencionados y que nos brinde garantías de que ningún profesional se vea obstruido en su acceso a la nueva especialidad debido a la desorganización e ineficacia del sistema.
Comité Ejecutivo del SMA
Fuente: Sindicato Médico Andaluz.