El incendio que arrasó Soto de Viñuelas, la urbanización más exclusiva de Tres Cantos, dejó a su paso chalets seriamente dañados. Las llamas avanzaron rápidamente debido a ráfagas de viento de hasta 70 km/h, afectando al menos seis viviendas. Adela Santamarina, residente de la zona, logró evitar que el fuego alcanzara el interior de su casa mediante acciones rápidas. Sin embargo, otras propiedades, como la de las familias de cinco hermanos, quedaron prácticamente destruidas. Ignacio García, otro afectado, destaca la rapidez con la que ardieron los setos de resina que rodeaban su casa. Actualmente, los vecinos enfrentan prolongados trámites con las aseguradoras, mientras el Ayuntamiento ofrece apoyo administrativo y psicológico a los damnificados.
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