El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció oficialmente el reconocimiento del Estado de Palestina, una decisión que representa un cambio histórico en la política del Reino Unido. Esta medida, tomada en respuesta a la falta de acción de Israel para aliviar la crisis en Gaza, coincide con movimientos similares de Canadá, Australia y Portugal. En un comunicado, Starmer defendió el derecho de los palestinos a tener su propio Estado y criticó la falta de progreso hacia una solución de dos Estados. A pesar de las críticas internas y las tensiones con aliados como Estados Unidos, Starmer condenó a Hamás y abogó por sanciones más fuertes contra el grupo, destacando que el reconocimiento de Palestina es independiente del terrorismo en la región.
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