Miles de personas han sido evacuadas en Filipinas debido a la llegada del supertifón Ragasa, lo que ha llevado al gobierno a cerrar escuelas y suspender actividades laborales. El presidente Ferdinand Marcos Jr. ha puesto a la agencia de respuesta a desastres en alerta máxima. Ragasa avanza hacia el norte de Luzón con vientos de hasta 250 km/h, y las autoridades prevén marejadas ciclónicas e inundaciones. En Hong Kong, el aeropuerto internacional cerrará 36 horas por el tifón, afectando a 350,000 pasajeros. Shenzhen, en China, planea evacuar a 400,000 personas, temiendo el mayor impacto desde 2018. Varias ciudades costeras han suspendido actividades ante la amenaza del fenómeno.
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