Las tensiones en el sur del Líbano se intensifican con denuncias de la UNIFIL de un ataque perpetrado por el ejército israelí contra sus fuerzas de paz. El incidente, ocurrido cerca de Dhayra, se produce en un contexto de creciente hostilidad, con Israel solicitando el desalojo de puestos de la misión y deterioro deliberado de equipos críticos de observación y comunicación. A pesar de estos desafíos, el líder de la misión, el general español Aroldo Lázaro, reafirma su compromiso de mantener la presencia y el cumplimiento de las tareas de supervisión, subrayando que dichos actos constituyen violaciones del derecho internacional humanitario. Las tensiones han escalado desde inicios de octubre, evidenciándose con repetidos ataques y destrucción de infraestructura de la ONU en la región.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
